Y no ha sido así, ignoro si por fatiga de materiales o porque ya me tiene harto este tira y afloja futbolístico en el que los despachos son incapaces de resolver un jeroglífico y se atragantan con un simple crucigrama. Se ha dicho, y es previsible que sea así, pues LaLiga está al caer, que esta ausencia tan onerosa será un desastre para la competición, porque ahora más que nunca el fútbol son derechos y retransmisiones, público comprando partidos para llenar sus miércoles, sus sábados, sus domingos y, en la actualidad, lunes y martes y hasta jueves y viernes. Vino, para acabar con aquel desastre directivo, Joan Laporta, que parecía el rey mago del futuro y se sacó de la chistera algunas soluciones que Messi aceptó, hasta que todo se fue, de la noche a la mañana, por la barranquera de la mayor burocracia nacional, LaLiga Española. La realidad es que el Real Madrid ha ganado la Champions League sin Kylian Mbappé y lo seguirá haciendo en el futuro. El 2 de mayo de 2009 pasará a la historia como el día en el que el Barça humilló (deportivamente) al Real Madrid en el Snatiago Bernabéu. El Real Madrid sobrevivió a las embestidas de un gran Liverpool gracias a una actuación histórica de Thibaut Courtois e hizo bueno el solitario tanto de Vinícius Júnior a pase de Federico Valverde para ganar la final de París.
El jugador galo ha dado el OK a la renovación con el Real Madrid hasta 2028. El nuevo contrato ha llegado de la mano de una sensible mejora económica del sueldo y una subida de la cláusula de rescisión, que alcanzará los 1.000 millones de euros. Godot era el más lento de los ciclistas y era de ese pueblo, así que lo esperaban sus paisanos hasta cuando llegara. Mi amigo José Luis Fajardo, uno de los artistas al que más admiro, me explicó un día de dónde le vino a Samuel Beckett el título Esperando a Godot. Florentino Pérez nada más terminar el encuentro, mientras Carlo Ancelotti soltaba un socarrón «Ici C’est Real Madrid», en recuerdo a la frase con la que el cuadro parisino anunció la renovación de la estrella gala. Nada puede romper ese vínculo. ºEl rojo domina la escena en el kit fabricado por adidas, al punto que la triple franja que caracteriza a la marca también va en ese tono y queda camuflada en los hombros. Se va Messi. Como dijo este sábado en As Abrasha Rotenberg, escritor, editor, nonagenario argentino, padre por cierto del otro componente de Tequila, Ariel Rot, lo que tendría que haber hecho el futbolista, ya que comparte con el Barcelona esa gratitud que dice deberle al fútbol que aquí ha practicado, es quedarse por casi nada viviendo hasta el fin de sus días deportivos en Casteldefells, donde vive aún con casi toda su familia y con sus niños.
Acabada, según su apreciación, esa parte de la carrera, preguntó a quienes esperaban con él qué hacían aún si ya no habría nada más. El centrocampista marfileño del Barça no está revolucionando Twitter por una gran acción en el terreno de juego, sino por un gesto suyo que no ha sentado nada bien a los aficionados azulgranas. Esta última precipitación de los hechos es, lógicamente, un drama futbolístico, no sólo para el Barcelona, sino para la Liga cuyos augures han dictaminado que lo que Laporta había ideado con la familia del jugador no encajaba en sus márgenes de posibles arreglos. Tras aquella derrota ominosa, justa y terminante, el Barça se quedó tiritando, y no sólo la afición o sus jugadores, sino la siempre estólida directiva, que en el caso del fútbol es la parte del juego que parece que menos sufre, pues siempre busca algoritmos que la salven de la quema.
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