Todos ellos conscientes que podría ser la última vez que le ven darle al balón en Tierra Santa. En 1888, como parte de una gira del equipo de rugby de Nueva Zelanda, Joe Warbrick, miembro de ese equipo, decidió usar el negro, en vez del azul y amarillo. El veterano delantero argentino es seguramente el deportista más querido en estas tierras en los últimos diez años como quedó demostrado este domingo con la ovación que recibía cada vez que tocaba la pelota o la cantidad de camisetas que lucían el 30 del PSG o el 10 del Barça.
